Quizás mañana…

“Quizás mañana…” pensó, pero lo hizo con tanta intensidad que casi escuchó su pensamiento. Luego miró a su alrededor por si entraba algún vecino en el portal y la veía así, como cada día a la misma hora, y cerró con parsimonia la portezuela del buzón. Parpadeó con fuerza para agotar las lágrimas, enderezó la figura y salió a la calle como una autómata, con sus zapatitos de tacón y su gabardina verde anudada a la cintura,  y con ese dolor que cada día le estrujaba el pecho, henchido de desesperanza.

Autor: AdelaVilloria

Trabajo para poder comer. Escribo para poder vivir.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

A %d blogueros les gusta esto: