Mamá dice que tengo los ojos como las cuentas de un collar. Y que son como el azabache. Yo no acabo de entender qué significa eso del azabache, pero debe ser bueno a juzgar por la cara que pone mamá cuando lo dice.
También dice que yo no tengo conciencia de mi tamaño y que por eso me lío como un loco a jugar con perros que son muchísimo más grandes que yo. Yo no entiendo qué es eso de la conciencia, pero supongo que los perros no la necesitamos porque para eso nos fijamos mucho al vernos, nos olemos y ya sabemos que podemos revolcarnos y mordernos sin daño hasta que nos quedemos sin fuerzas.
Yo sé que mamá todo esto lo dice porque me quiere mucho pero, claro, ella no es un perro, y, por mucho que se esfuerce, se le nota un poco.