Tengo el corazón lleno de versos,
atropellan mi sangre
en los circuitos de mi cuerpo,
y van llenando de poesía
mis ojos, mi cerebro, mi piel,
hasta, diría yo,
que también esos órganos,
anodinos cada día,
que, de pronto,
en una fecha aciaga,
se hacen notar, y entonces,
te mueres de eso,
de un fallo en una parte de tu cuerpo,
desconocida.
Y, entonces,
desbordan de tu corazón
los versos
que no escribiste
y se derrama, también,
por la muerte, tu poesía.
Hermoso poema, lleno de sensibilidad y belleza. me encanta.
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Muchísimas gracias. Este comentario, viniendo de un poeta, es muy valioso.
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