Se conformó.
Se conformó con lágrimas cuando supo ver que aquello tenía fecha de caducidad.
Se conformó con angustia cuando recorrió el camino hasta el final previsible.
Se conformó con sosiego cuando tiempo después le vio salir de casa, volviéndose a cada momento para no irse del todo.
Y se conformó, sobre todo, porque siempre le quedaría el mes de abril. Y saberse una fugaz sonrisa en la vida de él.
Y ser una sonrisa, aun siendo fugaz, en la vida de aquel hombre, siempre sería algo extraordinario.
Me gusta
Me gustaLe gusta a 1 persona