Con tanto esfuerzo había levantado las barricadas, con tanta meticulosidad… las vigilaba tan de cerca para que no quedara un resquicio por donde pudiera infiltrarse el enemigo, que no te vi llegar, no me di cuenta de cómo las ibas desmontando detrás de mí, de cómo las derribabas, hasta que me vi libre en medio de la calle, en medio de mi vida. Y entonces decidí caminar contigo.