Volando, al fin.

-Demasiados asientos vacíos para un vuelo low-cost… Claro que, sin equipaje ni billete de vuelta, no creo que vaya a haber overbooking. Aquí llega un rezagado de última hora; parece un padre de familia, el típico empleado de banca o vendedor de coches. Míralo, desencajado… un infarto, seguro. Tranquilo, hombre, a ver si ni siquiera va a ser tu vuelo… A ver si te pasa como a mí que, por dos veces, sentado ya y hasta con el cinturón puesto, me hicieron bajar del avión.

-Perdone, caballero, pero no está en nuestra lista de pasajeros…

-¡A mí qué me cuentan, uno es novato hasta para esto!. Esta vez, no; esta vez me he asegurado de no perder el vuelo; lo único molesto es este nudo corredizo que me aprieta el cuello. Ni tragar saliva me deja”.

-Señoras y señores pasajeros, el comandante Muerte les da la bienvenida a este vuelo con destino a ninguna parte…

Autor: AdelaVilloria

Trabajo para poder comer. Escribo para poder vivir.

2 opiniones en “Volando, al fin.”

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

A %d blogueros les gusta esto: