Yo creo que los cachorros no sabemos ir hacia adelante todo el rato. Acabamos recorriendo unos caminos larguísimos pero siempre nos desviamos, oliendo y buscando algo que llevarnos a la boca. Pues yo creo que pasa lo mismo con las cosas que vamos aprendiendo; que, cuando llevamos tres o cuatro días haciendo pis en la calle, de pronto no aguantas las ganas y lo haces en casa. Siempre igual, tres pasos hacia adelante y, de pronto, uno hacia un lado. O hacia atrás. Pero, al final, siempre vamos hacia adelante. Eso es lo que importa.