La flor

Cada día, durante los quince años y tres meses que estuvieron casados, al llegar del trabajo él le daba un beso en los labios y le ofrecía una flor recién cortada. Cada día, hasta su muerte. Él trabaja aún en una funeraria. Ella nunca preguntó. Él nunca tuvo que mentirle.

Autor: AdelaVilloria

Trabajo para poder comer. Escribo para poder vivir.

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