Ya estoy bien, pero he tenido mala la barriga. Mamá tiene razón cuando dice que no hago más que comer guarrerías, y algo comí que me hizo daño. Por la noche me puse muy revuelto y tuve que hacer caca aunque no eran horas ni nada. Así que me levanté de la cama y me fui a hacer caca en la ducha. Mamá no me riñó, solo dijo que había cagado una tirita, y que menos mal que la había cagado. Luego ya me he entrado hambre y he estado bien.