Seréis mis alas, mi vida misma, seréis mi corazón…
Vosotros, los ojos que brillaron para mí, la sonrisa de un niño, una palabra amable, una caricia, el silencio oportuno, el hombro del amigo…
Vosotros me lleváis en volandas, para soñar mi vida, para vivir…
Mi alma os estará eternamente agradecida.