Llueve. Él solía decir que los paraguas deberían ser siempre negros. Ella sale de casa envuelta en un impermeable y, ya en la puerta, mira al cielo y abre un paraguas amarillo. Sonríe.
Llueve. Él solía decir que los paraguas deberían ser siempre negros. Ella sale de casa envuelta en un impermeable y, ya en la puerta, mira al cielo y abre un paraguas amarillo. Sonríe.